Esta semana volví a hacer la maleta y me subí a un avión. Si la semana pasada me tocó aterrizar en Almería, esta semana me tocaba descubrir Valencia y, concretamente, su ecosistema de startups.
Los «viajes de descubrimiento» son algo muy interesante. Conoces iniciativas y, sobre todo, a la gente que las impulsa, puedes llevarte muy buenos aprendizajes y conocer buenas prácticas que implantar en tus propios proyectos.
Precisamente, este era el objetivo del viaje a Valencia, aprovechar para conocer uno de los ecosistemas de startups más activos y conectados que tenemos en España, un lugar en el que las distintas iniciativas han sabido tender un puente entre ellas para colaborar y dejar de competir porque sumando esfuerzos se llega más lejos y eso, al final, es bueno para todos.
4YFN 2016, primer contacto
Mi primer contacto con el ecosistema de startups de Valencia fue en el 4YFN de 2016, año en el las distintas iniciativas de la ciudad junto al Ayuntamiento decidieron desembarcar juntos en el evento bajo una misma bandera y grupos de stands.
Teniendo en cuenta que, demasiadas veces, las aceleradoras se ven como «competidoras entre sí»; ver bajo el mismo paraguas al Ayuntamiento de Valencia, a Plug&Play y en un stand vecino a Lanzadera y sus startups.
De hecho, para el 4YFN editaron un mapa en el que señalaban las distintas iniciativas de la ciudad y un interesante dossier en el que se enumeraban los motivos por los que un emprendedor debía arrancar su negocio en la ciudad de Valencia.
Esta primera foto me pareció, sin duda, un gran aprendizaje.
Era posible alinear recursos, establecer colaboraciones y buscar un objetivo común: situar el ecosistema de startups de la ciudad como un foco atractivo en el que emprender y, de esta forma, atraer talento, inversión y nuevas iniciativas.
Calatrava
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Inmersión en el ecosistema de startups de Valencia
Cuando empecé a escribir sobre startups en Hipertextual (allá por 2011) y también cuando empecé a trabajar de lleno con startups en 2014, me quedó claro que colaborar es clave.
Dicho de otra forma, las iniciativas y ecosistemas se deben ayudar y apoyar entre sí.
Esta lección, quizás, sea una de las claves de este viaje y también es algo que he comprobado de primera mano.
Gracias a Sandra y Patricia de Lanzadera y también a Juan Luis y Rubén de Plug&Play por ayudarme a montar la agenda de los dos días en Valencia, gracias a sus correos, se abrieron las puertas de todas las iniciativas de la ciudad.
La primera parada de la ruta fue el Ayuntamiento de Valencia para reunirme con Patricia Pastor que, según concuerdan todas las iniciativas, es la persona que ha conectado en la red VIT Emprende a más de 500 startups, 15 incubadoras, espacios de coworking, 8 aceleradoras, inversores y las administraciones públicas.
La comunidad VIT Emprende surgió de las reflexiones de dos grupos de trabajo donde emprendedores y startups y, por otro lado, universidades y aceleradoras, analizaron las fortalezas y debilidades de la ciudad como foco para emprender. A partir de ahí, surgieron las colaboraciones entre iniciativas, las misiones comerciales conjuntas, los eventos «compartidos» y los interesantes programas de formación de Factory Startup.
La siguiente parada de la ruta me llevó a BBooster y conocer a Enrique Penichet, con el que pude compartir almuerzo. BBooster es la primera aceleradora que nació en España allá por 2010 y, en este tiempo, han visto pasar a un buen número de startups por sus programas de 4 meses de duración.
La reunión con Enrique fue muy interesante en cuanto al funcionamiento de una aceleradora. Cuentan con un fondo asociado, lo cual refuerza mucho su propuesta de valor y, aunque uno pueda pensar que el negocio de la startup sea clave, los criterios de selección sorprenden mucho y pueden ser buenas referencias a tener en cuenta:
- Mejor equipos con muchas ganas y frescos a equipos que llevan mucho tiempo trabajando en un producto y, quizás, estén cansados o quemados.
- Mejor que lleguen con un PowerPoint y todo esté por hacer que con un producto desarrollado y facturando poco pero habiendo dedicado ya mucho tiempo a la startup (argumento que va enlazado con el anterior).
Además de los programas de aceleración de 4 meses, desarrollan las BBooster Weeks donde concentran las mejores compañías a nivel nacional para verlas trabajar e invertir en la que consideran mejor de las que han participado en esta semana intensiva; un programa que, por cierto, se mueve por el territorio.
Tras BBooster, tocó visitar a Javier Megías de StartupXplore.
Tuve la ocasión de conocer a Javier en el 4YFN de 2016 y después mantener una reunión en Skype sobre financiación y, sobre todo, cómo activar la inversión en startups en inversores de corte más tradicional (de lo que también hablamos en esta ocasión).
Otro de los temas de los que hablamos fue, precisamente, el de los ecosistemas de startups y me mostró la iniciativa Digital NYC que aglutina las noticias, eventos y, lo más interesante, el directorio de startups, inversores y aceleradoras de la ciudad de Nueva York. El proyecto es muy interesante porque es una gran forma de poner en valor un ecosistema de startups y, en StartupXplore, hay gran parte de esta información relevante.
De la oficina de StartupXplore tocó saltar hacia La Marina para conocer Lanzadera.
Lanzadera es la iniciativa de apoyo a emprendedores impulsada por Juan Roig, presidente y máximo accionista de Mercadona. Es una iniciativa privada que se sufraga con el patrimonio personal de Roig con el objetivo de apoyar a emprendedores y empresas, habiendo desarrollado en la Marina de Empresas un importante clúster con 3 pilares:
- EDEM, la Escuela de Empresarios, es decir, una escuela de negocios donde se imparten grados vinculados a empresas y másters (tanto MBA como de emprendimiento).
- Lanzadera, que es la aceleradora de *startups* que cuenta con varios programas (según el grado de maduración de la compañía).
- Angels Capital, que es el brazo de inversión y donde se entra en capital en las mejores compañías
Dicho de otra forma, un potente polo que une formación, empresas e inversión en dos edificios de unos 9.000 metros cuadrados cada uno y que aloja un buen número de empresas que reciben mentorización, financiación (en forma de préstamo participativo y convertible) y acceso a un potente demo day que, precisamente, se celebró el jueves.
Mi ruta concluyó con la visita a los amigos de Plug&Play y a Big Ban Angels.
Ya era hora de desvirtualizar a Rubén Colomer de Plug&Play con el que empecé a escribirme en mi época en Hipertextual porque me presentaba a algunas de sus startups más interesantes.
La sesión con Rubén fue muy productiva e interesante, Plug&Play está evolucionando hacia verticales y está trabajando con players referentes de la industria en dichos sectores: Plug&Play Fintech con Banco Santander, Plug&Play IoT…
Es decir, esta especialización permite desarrollar programas con sponsors privados que externalizan sus procesos de innovación abierta y esto, sin duda, abre muchísimas posibilidades.
Finalmente, la visita a Big Ban Angels fue también muy reveladora sobre lo que podemos hacer por estas latitudes.
Siempre es genial que una red de inversores que nace local y se convierte en nacional te cuente sus claves. al igual que comentaba Javier Megías, la formación del inversor es clave y, en este sentido, la asociación ofrece un catálogo de formación para que los Business Angels adquieran criterios de inversión (además de recibir el apoyo de otros miembros de la asociación y coinvertir en compañías).
Claves de los programas de aceleración del ecosistema de startups de Valencia
Hora de volver a #Sevilla tras los dos días de inmersión en el ecosistema #Startup de #Valencia
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Estando en el aeropuerto de Valencia, en la pequeña espera para embarcar en el vuelo de regreso, empecé a unir ideas de las distintas reuniones mantenidas en los dos días intensos por la ciudad y tener una primera idea de lo que quería poner en este post.
Me gustó que los programas fuesen cortos, Plug&Play y BBooster mantienen programas de 4 meses en los que trabajan con 6-8 empresas. Es decir, calidad en vez de cantidad y sprints de 4 meses para poner el foco en desarrollar y hacer crecer el negocio.
La financiación es necesaria, ya no solamente para poder invertir en marketing es que también por subsistencia de los emprendedores. Es también una forma de poner el foco en hacer crecer el negocio. Si es dinero a cambio de equity o es un préstamo convertible, quizás, sea lo de menos pero es un dato a tener en cuenta.
La especialización permite traer socios y, de hecho, también se ha asentado en Valencia la aceleradora de Bankia Fintech que gestiona Innsomnia. Canalizar a través de las aceleradoras los programas de innovación abierta de las grandes empresas es un win-win que aporta sostenibilidad al modelo, aporta valor al partner y, sobre todo, le aporta un gran potencial cliente a las startups.
Desde el lado de la inversión, asociaciones como Big Ban Angels que ponen foco en formar a sus asociados para que se sientan seguros/cómodos a la hora de invertir es otro ingrediente clave (además de la coinversión y ese sentimiento de red).
Si a esto le sumamos la colaboración entre iniciativas, queda bastante claro el gran potencial que tiene el ecosistema de startups de Valencia.
Algunas conclusiones y contrastes
Si comparo el ecosistema de startups de Valencia con Andalucía (Sevilla o Málaga), llama la atención que las aceleradoras son de iniciativa privada (al igual que la inversión) y el rol del sector público es el de conectar y hacer de puente.
Se podría decir que encaja con lo que plantea el libro «Startup Communities: Building an Entrepreneurial Ecosystem in Your City» de Brad Feld que muchos toman como referencia de lo que se debe (y lo que no se debe) hacer.
Sin embargo, estamos hablando de un ecosistema maduro en el que su primera aceleradora, BBooster, nace en el año 2010 y Plug&Play llega a la ciudad en 2012 tras 6 años de andadura en Silicon Valley. Dicho de otra forma, la iniciativa privada ya dio el paso y el sector público no tuvo que cubrir ese vacío.
Personalmente, creo que Andalucía está mucho más cercana al contexto que se describe en el libro «Start-up Nation – la historia del milagro económico de Israel» de Dan Senor y Saul Singer. Evidentemente, el contexto geopolítico y social es distinto, pero sí que es necesario ejercer de tractor desde lo público para generar iniciativas sostenibles que luego puedan continuar o apoyarse desde la iniciativa privada.
Es decir, alguien tiene que dar el primer paso y si el sector privado no se atreve a darlo, a alguien le tiene que tocar asumir los riesgos iniciales.
Y, quizás, no haya que mirar solamente a Israel. En Francia, La French Tech ha sido una interesante iniciativa para conectar ecosistemas de startups, apoyar el crecimiento y consolidación de empresas tecnológicas y, en última fase, tender puentes para la internacionalización con hubs en Nueva York y San Francisco.
Por tanto, no estaría mal pensar en lo que hacemos y ver cómo podemos impulsar nuestro propio ecosistema de startups para buscar la excelencia y convertirnos en un polo capaz de atraer inversión, talento y empresas.
Agradecimientos
No me gustaría terminar sin dar las gracias al ecosistema de startups de Valencia por abrir sus puertas.
Concretamente, a Patricia Pastor del Ayuntamiento de Valencia, a Patricia Cantalapiedra y Sandra Pérez de Lanzadera, a Juan Luis Hortelano y Rubén Colomer de Plug&Play, a Enrique Penichet de BBooster, a Javier Megías de StartupXplore y a Luz Adell y Neus Pelegri de Big Ban Angels por hacer hueco en sus agendas y abrir las puertas de sus iniciativas.
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