La verdad es que últimamente la carga de mi trabajo principal ha aumentado considerablemente, no sólo en trabajo sino también en responsabilidades (y parece que la cosa no acaba porque a la vuelta me han asignado más cosas) y, por consiguiente, también la presión.
Con respecto a mi aventura empresarial, en verano la cosa estaba calmada porque nuestras fuentes de trabajo andaban de vacaciones y con respecto a mi labor docente, decidí tomarme un descanso este verano porque terminé muy quemado de las clases y de los alumnos (ya hablaré de eso más adelante).