El País ha publicado hace un rato una noticia bastante curiosa:
Starbucks aprieta las tuercas a sus trabajadores para luchar contra la recesión
Esta pérdida de clientes en pos de productos más económicos (ya que con la crisis, el tomar café en la calle se está convirtiendo en un lujo, más si cabe en Starbucks) ha hecho que Starbucks se plantee una reducción de costes.
Si bien ya han acometido una reducción de empleados, unos 7.000 de una plantilla de 176.000, los costes de mano de obra ascienden a un 24% de los costes totales de operación.
¿Cómo hacerlo? Starbucks ha contratado a un antiguo directivo de Toyota para aplicar JIT. El Just-in-time, es un sistema de organización de la producción ideado por Toyota orientado a aumentar la productividad y reducir los costes de gestión.
¿Aplicar métodos de produccion de líneas de fabricación a preparar cafés? Pues sí. Es curioso, pero hay que fijarse un poco en cómo funciona un Starbucks; al menos aquí en España, hay una media de 3 camareros en la barra para atender y preparar los cafés y siempre hay cola de gente esperando para pedir. Realmente no son rápidos y eso es lo que la empresa quiere atajar aplicando el JIT.
Si se reducen los tiempos de entrega, por tanto, los tiempos de preparación del café, aumentará la productividad del personal y, por tanto, se podrán generar más pedidos en el mismo tiempo. Claro está que esto tiene su vertiente peligrosa, ya que si la demanda se estanca y aumenta la productividad, puede llegar un momento en el que te sobre personal y ahí vengan los recortes en los costes de personal, enviando al paro a más gente.
Nunca pensé yo, cuando me explicaron el JIT en el máster, que pudiese aplicarse a preparar cafés…