Acabo de llegar a casa después de una tarde intensa viendo películas en el festiva de cine europeo de Sevilla. Esta es ya la cuarta edición del festival, tal y como lo conocemos, es decir, dedicado al cine Europeo; aunque somos muchos los que conocemos las dos ediciones del Festival de Cine y Deporte de Sevilla.
La verdad es que el viraje del timón hacia cine europeo al 100% ha sido un gran acierto, la verdad que gracias a este festival he visto buenas películas que, o bien no se ha estrenado en el circuito comercial en este país, o se han estrenado un par de años más tarde y con un doblaje pésimo.
Películas como Contra la Pared, Brothers o La Flauta Mágica las he podido ver en el festival en V.O. mucho antes que fuesen conocidas por el gran público o redescubrir un gran clásico como Hair de Milos Forman.
Lógicamente también encuentras grandes bodrios como la retrospectiva de Bela Tarr o películas como Taxidermia y algunas otras que he preferido olvidar, pero que al final se compensan con otras grandes como Caché o Tú te llamas Justine (el gran broche con el que cerré el festival el año pasado) o Venus o Manuale d’amore, pero quizás esa sea la gracia de este tipo de festivales, que a veces no sabes lo que te vas a encontrar y que una buena puntuación en IMDB no es indicativo de una gran película. Yo he aprendido que a veces hay que dejarse guiar por el instinto, siempre se descubre alguna buena película.