Montar un negocio no es una tarea fácil. Siento una profunda admiración por los fundadores de startups que he ido conociendo en estos 15 años que llevo conectado con el ecosistema. En estos años, en los que he podido trabajar como mentor de algunas compañías, creo firmemente que un programa de aceleración y unos buenos mentores y advisors puede contribuir enormemente a la evolución de una startup.
Un mentor adecuado puede ayudar a los fundadores a evitar errores comunes, optimizar su estrategia y ampliar su red de contactos. Pero, ¿cómo encontrar el mentor adecuado y qué aspectos considerar en esta relación clave?
Como mentor en los programas de apoyo a startups en EspacioRES, hoy quiero dedicar tiempo a analizar el rol del mentor, cómo seleccionar a un mentor adecuado y algunos aprendizajes para maximizar el impacto de las sesiones de mentoría.
Vamos a ello.
El mentor: un acompañante, no un CEO interino
El mentor es un acompañante, alguien que cuestiona, desafía y aconseja, pero no toma decisiones por los fundadores.
Esto es uno de los pilares clave que el fundador de una startup debe tener en cuenta cuando trabaja con un mentor y, si quieres ayudar como mentor a startups, esto es uno de los principios básicos de trabajo que debes respetar escrupulosamente.
Un mentor no se juega nada en la empresa, y por lo tanto, no es adecuado que la dirija o decida. Su labor es la de generar preguntas, ofrecer perspectivas desde su experiencia y ayudar a los emprendedores a analizar distintos escenarios para que sean ellos quienes lleguen a sus propias conclusiones. En este sentido, el mentor adopta el método socrático, basado en la reflexión y el cuestionamiento.

Si tuviese que fijar una serie de reglas clave, de las cuales hablé hace algún tiempo en el blog basándome en mi propia experiencia, lo resumiría en lo siguiente:
- El mentor asesora, no interviene: su papel es guiar y cuestionar, pero no tomar decisiones por los fundadores
- Respeto a los fundadores: son ellos quienes arriesgan su tiempo y dinero, por lo que deben ser los responsables de la toma de decisiones
- El aprendizaje está en la toma de decisiones: un buen mentor ayuda a que los fundadores se desarrollen como directivos, y esto requiere que deben aprender a decidir y ejecutar
- La ejecución es clave: los fundadores deben aprender a calibrar el impacto de sus decisiones mediante la acción y el feedback en tiempo real
- Evitar roles ambiguos: un mentor que decide y ejecuta se convierte en una mezcla de interim manager y consultor externo, sin asumir riesgos y esto es un rol peligroso porque sus actuaciones no tienen ningún tipo de consecuencias (las consecuencias las sufre la startup y los fundadores de ésta)
- Los programas de aceleración y los mentores guían, no reemplazan: ayudan a los fundadores a tomar mejores decisiones pero no pueden evitar que las tomen ni que ejecuten lo decidido
- Los mentores aportan atajos, no soluciones mágicas: su experiencia puede ahorrar tiempo y errores además de ofrecer conexiones clave
- El negocio es una maratón, no un sprint: no existen «balas de plata» ni recetas mágicas
Si quieres llevar tu startup al siguiente nivel, encuentra un mentor que te rete y te ayude a evolucionar.
¿Cómo encontrar un mentor para tu startup?
La búsqueda de un mentor adecuado debe ser intencionada y alineada con las necesidades de la startup. Para empezar, los fundadores de la compañía deben reconocer que necesitan ayuda y buscarla.
Se supone que cuando una compañía accede a un programa de incubación o aceleración, entre otras cosas, está buscando ayuda en forma de asesoramiento y mentoría. También puedes buscar a mentores directamente e intentar sumarlos al proyecto para que te acompañen e ilusionarles con una visión compartida.
Aunque parezca difícil de creer yo he acompañado compañías de manera totalmente altruista porque aprendía, me parecía un proyecto retador y tenía mucha alineación y encaje con sus promotores (no todo es el dinero).
Si vas a buscar la ayuda de un mentor para tu startup, ten en cuenta los siguientes aspectos:
- Define tus necesidades: determina en qué area de tu negocio necesitas ayuda porque, en realidad, un mentor generalista solo te va a poder ayudar en fases muy iniciales. Cuando empiezas a crecer vas a necesitar cierta especialización
- Explora en el ecosistema: las aceleradoras, incubadoras y programas de mentoring ofrecen acceso a expertos del sector
- Utiliza plataformas especializadas: existen servicios como GrowthMentor y Visible donde puedes conectar con mentores especializados. También existen asociaciones sectoriales como Amces en España aunque, la mayoría de las veces, los buenos mentores no están en esos directorios y sí que colaboran con iniciativas como incubadoras y aceleradoras o, incluso, con fondos de inversión
- Valida la experiencia del mentor: esto es fundamental, investiga su trayectoria y pide referencias a otros emprendedores. Lo bueno de los ecosistemas es que todos estamos conectados y podemos validar el track-record de las personas
- Realiza sesiones de prueba: antes de comprometerte con dinero o con equity, ten una o dos reuniones para evaluar si hay fit y si la dinámica es productiva. En fases iniciales lo que menos tienes son recursos así que gástalos donde valga la pena y no regales equity a personas que no aporten realmente valor a tu negocio.
A la hora de elegir un buen mentor, hay algunas preguntas que te puedes plantear para seleccionar y evaluar diferentes alternativas y opciones y encontrar a alguien con el que realmente tengas fit:
- ¿El mentor ve la mentoría como una oportunidad para contribuir al ecosistema y ayudar de verdad a los fundadores?
- ¿Está dispuesto a cuestionar, guiar y desafiar sin imponer decisiones? No busques solo afirmación positiva, necesitas a alguien que te aporte feedback crítico
- ¿Tiene experiencia previa como mentor en otras startups o programas de aceleración?
- ¿Su experiencia y conocimientos están alineados con las necesidades actuales de la startup? Que sea alguien famoso no es el único criterio. También debes considerar su conocimiento de la industria y su actitud hacia el trabajo además de alinearse con tu visión y objetivos
- ¿Está involucrado activamente en el ecosistema, ya sea como fundador, inversor o advisor?
- ¿Tiene acceso a una red de contactos relevante para la industria o el mercado de la startup?
- ¿Sus valores y filosofía de trabajo coinciden con la cultura de la startup y el estilo de los fundadores? Un buen mentor debe ser sincero y directo, sin endulzar la realidad
- ¿Posee experiencia en el sector o en áreas clave como estrategia, crecimiento, fundraising o growth?
- ¿Es alguien que desafiará al equipo con preguntas clave y aportará un punto de vista valioso sin sobrepasar su rol?
Elige a alguien con quien puedas construir una relación de confianza y aprendizaje mutuo y que te pueda guiar con franqueza y compromiso.
Un mentor no solo debe tener experiencia, sino también compartir tu visión y valores
¿Cómo trabajar con un mentor?
Tener un mentor no significa recibir consejos aleatorios, sino construir una relación estructurada y enfocada en el crecimiento.
Es una relación de crecimiento, de hecho diría que de crecimiento mutuo, basado en el trabajo y en una relación continua en el tiempo a través de las sesiones. Para que un proceso de mentoría funcione tiene que existir continuidad, es decir, hay que verse de manera periódica con una agenda por delante y de cada sesión deben salir tareas y objetivos para repasar en la siguiente sesión.
Nunca he creído en las mentorías de «te veo una vez» y ya no volvemos a hablar nunca más porque espero que me des 4-5 recetas mágicas… Son sesiones bastante atípicas y pareces más un consultor respondiendo dudas puntuales que un mentor que espera trabajar en un proceso continuo de seguimiento.
Una buena forma de maximizar el impacto de la mentoría podría ser la siguiente:
- Definir expectativas y objetivos: ambas partes deben saber qué esperan lograr con la mentoría
- Establecer una frecuencia de reuniones: lo ideal es que sean semanales o quincenales, según las necesidades de la startup. Personalmente, prefiero las sesiones cada dos semanas
- Preparar cada sesión: tener un orden del día con temas concretos a tratar es importante. Mucho mejor si se le envían al mentor por adelantado
- Escuchar con mente abierta: el feedback puede ser desafiante y a veces no gustar (sobre todo si el mentor no está de acuerdo contigo o te lleva la contraria), pero es clave para el crecimiento porque se aprende mucho de las personas que no piensan como tú (y esto no significa que tú como fundador estés equivocado pero ver las cosas con otras perspectivas enriquece mucho cualquier proceso)
- Implementar lo aprendido: no basta con recibir consejos, hay que ponerlos en práctica y evaluar su impacto
En Startup Mentorship se menciona que una mentoría efectiva es aquella en la que los emprendedores están dispuestos a desafiar sus propias ideas y probar nuevos enfoques.
How To Be A Great Mentor in 5 Easy Steps:
1) Listen
2) Listen some more
3) Wait…keep listening
4) Ask questions
5) Repeat— Micah Baldwin (@micah) January 22, 2019
Evitar conflictos de interés en la mentoría
Es fundamental que tanto el mentor como los fundadores tengan claras sus motivaciones y expectativas.
¿Por qué el mentor está ayudando a la startup? Puede ser por contribución al ecosistema, porque forma parte de un programa de aceleración o por otros motivos legítimos. Sin embargo, hay límites claros que no deben cruzarse:
- No debe utilizar la relación para vender servicios de sus propios negocios o empresas o buscar una posición en la startup como directivo, empleado, etc.
- No debería buscar obtener equity de manera encubierta
- No debe hacer lobby para introducir otros actores en la compañía como proveedores con los que trabaje o represente
En FullScale se menciona que un buen mentor debe ser transparente sobre sus intenciones y no generar dependencia en la startup.
No buscamos cheerleaders, buscamos guías que nos digan la verdad (y la verdad, a veces, duele y es incómoda)
Un mentor no está para aplaudir cada decisión del equipo fundador, sino para desafiar sus ideas y ayudarlos a ver más allá de sus propios sesgos.
Es alguien que está dispuesto a decir lo que los emprendedores no quieren escuchar pero que necesitan oír y esto, a veces, duele (y tiene que doler). Un mentor efectivo es aquel que acompaña, desafía, orienta y ayuda a los fundadores a evolucionar, sin caer en la tentación de dirigir. Es una relación de confianza, crecimiento y aprendizaje mutuo que, bien gestionada, puede ser una de las piezas clave en el éxito de una startup.
Si un mentor nunca te dice algo incómodo, no es un buen mentor
Si estás arrancando una startup o quieres llevarla al siguiente nivel, un buen mentor puede ser, sin duda alguna, una palanca clave en la que apoyarse. Eso sí, la búsqueda de un mentor no es un proceso a tomarse a la ligera y hay que ser exigente en la relación y, sobre todo, generar una relación de confianza con continuidad en el tiempo. Si el negocio crece, los fundadores crecen y el mentor también crece; es un círculo virtuoso del que salen cosas extraordinarias.
Si quieres seguir profundizando sobre la importancia de los mentores en una startup puedes consultar estos otros artículos:
- Diez cosas que he aprendido como mentor de startups en 2022
- Mentores y advisors en una startup: roles y funciones
- Startup Mentoring: The Benefits of a Mentor and How to Find One
- Startup Coaching Guide
- Business Mentors for Startups: The Secret Weapon of all Successful Startups
- Startup Mentor: Finding the Best One for your Startup
Nos seguimos leyendo.
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