Icono del sitio Los Habitantes de Kewlona

La última milla, un nicho muy activo que tenderá a concentrarse

deliveroo - última milla

Casi sin darnos cuenta, ha surgido un buen número de startups que tienen como objetivo hacernos la vida más fácil. Dentro de este segmento, las compañías que trabajan dentro de la última milla pueden ser unas de las más significativas.

¿Y por qué son interesantes? Porque nos ahorran tiempo y desplazamientos incómodos. Así de fácil.

¿Y qué es la última milla? Tradicionalmente, en el sector de las telecomunicaciones, se conocía como última milla al tramo de cableado que había desde la central de conmutación que daba servicio a la zona del cliente hasta su domicilio.

Es un término que también se usa desde la perspectiva de la logística con una apreciación similar. En este caso, la distancia a cubrir desde un almacén, una tienda o un restaurante hasta el domicilio del cliente.

Dicho de otra forma, comprar online o pedir comida o pedir que nos reparen nuestro coche sin tener que pisar un establecimiento y recibirlo todo en nuestra casa en el mínimo tiempo posible.

El reto de la última milla

Jinn - última milla

Cubrir esta última milla es un reto al que se enfrentan startups y también los gigantes de la logística.

Vivimos una gran ola de servicios que ofrecen a los usuarios la posibilidad de recibir entregas o, incluso, hacer sus recados de manera cómoda, sin más que descargar una app y realizar, comodamente, sus pedidos.

Compañías como Jinn (que acaba de cerrar esta semana una nueva ronda de financiación), Deliveroo, Glovo, Just Eat, HappyBox, MissionBox o DelSúper, son algunas startups que han surgido para «surfear esta ola» de la última milla y la proximidad.

Y aunque nos pueda parecer algo aislado o incipiente, esta revolución está provocando cambios en empresas tradicionales.

El Corte Inglés que ha lanzado un servicio de envío en 2 horas y gigantes tradicionales como Seur se han tenido transformar para ser eficientes o llegar a alianzas con algunas de estas compañías.

¿Y por qué nos atraen estos servicios?

deliveroo protestas - ultima milla

Atendiendo el ritmo de vida que llevamos, la comodidad y la facilidad son dos criterios de peso para usar estos servicios.

Apreciamos nuestro tiempo y queremos dedicarlo, realmente, a cosas que nos aporten valor y dejar las tareas secundarias para otros.

Es decir, hacer la compra o llevar el coche al taller son «tareas incómodas» que preferimos delegar. Incluso, dejar una cena para acercarle las llaves a nuestra pareja (que se las olvidó en casa)  preferimos «delegarlo» a empresas como MissionBox o Glovo.

El estudio FoodISDIgital, realizado por Ipsos para ISDI, muestra una interesante foto de los hábitos en España en lo relativo a pedidos online a domicilio y la compra de alimentación online.

Frecuencia de compra online supermercados - ultima milla
Informe #FoodISDIgital by ISDIGITAL.DATA

En este informe podemos ver que 4 de cada 10 compras son online. Además de la comodidad, también valoramos nuestra mayor capacidad de control del gasto.

Por tanto, la compra en el supermercado online es meditada y se elimina el factor impulso de la compra física. Para un supermercado, el impulso es clave y genera bastantes ingresos. ¿El motivo Acabamos echando al carrito productos que vemos, tras pasear por los lineales, y no teníamos previsto comprar.

Pedidos de comida a domicilio - última milla
Informe #FoodISDIgital by ISDIGITAL.DATA

Con respecto a la comida a domicilio, Just Eat ya publicó un informe sobre la actividad que empezaba a surgir en este ámbito. Just Eat ha permitido a muchos establecimientos poder estar en un marketplace para ser visibles y compañías como Deliveroo o Jinn, les han solventado, además, la logística del reparto (aportando más valor al restaurante).

Una publicación compartida de Juan J. Velasco (@jjvr81) el

Cuando estuve en Bruselas en febrero, me llamó mucho la atención el alto grado de implantación de estas compañías. Era habitual cruzarse con repartidores de Deliveroo y de Uber Eats. Pedidos para comer en la oficina o para cenar en casa, son de lo más normal en Bruselas.

Por tanto, el ritmo de vida actual nos lleva a buscar la comodidad.  Buscamos dedicar nuestro tiempo a hacer lo que nos gusta.

Selección natural y concentración

delivery última milla

Que vivimos en una sociedad cada vez más acostumbrada a los servicios bajo demanda está bastante claro y aquí la última milla se ha convertido en pieza clave.

Sin embargo, en un sector en el que cada vez hay más players apareciendo y compitiendo entre sí (o transformando a los tradicionales), creo que veremos cambios en no mucho tiempo.

Por un lado, las compañías de delivery van a tener que especializarse y distanciarse.

Particularmente, se me hace raro ver dentro de un marketplace como el de Deliveroo o el de Just Eat un restaurante de ticket alto (en la misma página que un fast food de barrio). Dicho de otra forma, el posicionamiento del marketplace empieza a ser un problema o, más bien, una oportunidad para el que quiera gestionar la última milla de restaurantes de moda o premium.

Por otro lado, como preguntaba Jesús Martínez en El Español en relación a si había negocio para todos, aquí veremos cambios.

Todas estas startups han aprendido muy bien a ser eficientes en costes y gestionar bien sus operaciones, es algo de lo que pueden aprender las empresas de transporte y entrega tradicional (y otras startups más grandes).

Por tanto, creo que veremos adquisiciones y fusiones; es decir, el sector del delivery de última milla tenderá hacia la concentración y veremos algunos que otros interesantes exits.

De todas formas, aún hay retos para resolver porque, aunque sean eficientes en costes, son muchas las quejas sobre los salarios a los transportistas o sus precarias condiciones laborales.

La clave operacional es que los repartidores siempre estén en movimiento y no exista «capacidad ociosa». Para ello, hay que garantizarles servicios y, aquí, la concentración o el posicionamiento dentro de un nicho/vertical concreto serán claves.

Imágenes: eugenuity (Flickr), russell davies (Flickr), ISDI, Jinn y Nazri (Flickr)

Salir de la versión móvil